En Costa Rica existen dos sistemas de producción de semilla de papa: el sistema informal o tradicional y el sistema formal o certificado.
Dada la presencia de nemátodo formador de quiste (Globodera pallida), la semilla de papa como insumo en el proceso de producción ha tomado mayor relevancia, específicamente su calidad sanitaria, dado las características particulares de este nematodo.
En el sistema tradicional los agricultores producen “semilla” en finca, venden o compran a otros agricultores, sin ningún respaldo respecto a la calidad, por lo que, el material para la siembra no garantiza su comportamiento varietal, ni su nivel calidad.
La producción de semilla de papa certificada, se rige por procedimientos y normas específicas, que contribuyen a garantizar la identidad y pureza varietal y asegurar la calidad de otros factores, directamente relacionados con la condición fitosanitaria; para tal fin, se realizan inspecciones a los cultivo destinados a la multiplicación de semilla así como, muestreos de suelo, sistema radical y tubérculos-semilla, durante el ciclo de cultivo, acorde a la categoría de semilla, según el .
Todas las empresas que producen semilla certificada de papa, establecen sus campos de multiplicación en la provincia de Cartago.
La utilización de semilla de papa de buena calidad de variedades mejoradas, es base primordial en cualquier estrategia de manejo integrado de plagas, repercutiendo directamente en la productividad y calidad del producto final.
Registro de Variedades
Las variedades inscritas en el Registro de Variedades Comerciales (RVC) y por tanto, elegibles para su certificación son: Floresta, Granola, Atzimba, Tollocan, Idiafrit, Rosita, Desiree, Birris y Maleke.
Muestreo y Análisis de Calidad
Con respecto a las inspecciones y muestreos de los campos de multiplicación de semilla certificada, según lo establecido en el Reglamento Técnico de Certificación de Semilla de Papa, se deben realizar tres muestreos para la detección de la presencia o no, del Nematodo de quiste de papa (NQP) (antes de la siembra, en floración y en la cosecha), a través de análisis de laboratorio. Adicionalmente, se efectúan dos evaluaciones técnicas de campo, enfatizándose en la parte de fitopatología general del cultivo de multiplicación de semilla y finalmente, se realiza un análisis patológico de la semilla, de muestras enviadas a laboratorio. Del resultado de estas evaluaciones y análisis, se procede o no a certificar la semilla, según su categoría.